sábado, 5 de diciembre de 2009

PRÁCTICA DEL APEGO

¿Qué conclusiones se pueden extraer de semejante investigación?



Que el apego más común en los niños es el seguro, en el cual el niño se siente confortado ante la presencia del cuidador, explora libremente, se angustia si no está y se alegra cuando vuelve. En el modelo inseguro-evitativo, para resumir se diría que el niño se muestra impasible ante la presencia del cuidador aunque explora con libertad. En el modelo Inseguro-resistente/ambivalente, el niño no explora con naturalidad, se enfada si no está el cuidador y también a su llegada. El apego desorganizado obedece a un niño que no juega con libertad y muestra actitudes extrañas con el cuidador. Hay cuatro tipos de categorías para los adultos:



-El discipliente, en el que el adulto da menos valor a relaciones de apego pasadas (similar apego inseguro-evitativo).

-Los adultos autónomos valoran el apego y hablan con objetividad de sus relaciones de apego pasadas (similar al apego seguro).

-Los adultos preocupados están comprometidos con sus experiencias infantiles. Se emocionan cuando hablan de su relación con sus padres y no hablan de sus experiencias de apego pasadas con objetividad (como el apego inseguro-resistente/ambivalente).

-Los adultos irresolutos no han conciliado sus apegos pasados con los presentes e intentan comprender esperiencias tempranas en su vida (como el apego desorganizado).



El apego madre-hijo es más consistente que el apego abuela-madre. El apego seguro es el que más se transmite. Aquellas madres que tuvieron un apego diferente, viven de distinta manera el apego con sus hijos. Las experiencias de una persona duran hasta que se hace adulta y se transmiten. El aumento en el número de apego seguro de generación en generación se debe a una evolución cultural a lo largo del siglo XX. El factor genético también puede ser influyente en la transmisión del apego.









¿En qué debe fijarse un educador para saber si el apego del bebé es seguro o inseguro?



Siempre que el niño se muestre muy angustiado cuando el cuidador se vaya y cuando vuelva, desee su contacto y después se encuentre tanquilo, ese va a ser un apego seguro. Si por el contrario el niño se muestra impasible ante la presencia del cuidador, hablamos de un apego inseguro-evitativo. Si el niño se muestra de manera extraña con el cuidador y no explora de manera activa.

1 comentario:

  1. El apego infantil se manifiesta desde mi punto de vista, a través del deseo que el niño tiene respecto a de la proximidad física de su madre, reclamando su atención visual y auditiva y también sus frecuentes contactos táctiles.

    María Díaz 1º Primaria

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